martes, 1 de junio de 2010

Callando a la verdad

Era mi momento. No había lugar para el fallo. Ahora o nunca así de extremista debía ser. El mundo me escucharía y me habían brindado la oportunidad para ello. Diez minutos tenía para transmitir al mundo entero mis reivindicaciones. Y allí estaba sentado frente al presentador de la cadena, el cual también estaba cansado del sistema que vivíamos. Sin duda alguna, de todos los que estábamos en el plató pocos se podrían imaginar las palabras que iba a decir, y mucho menos el final que iba a tener.

- ¡Treinta segundos! - gritó el regidor. Treinta segundos para lanzar al mundo un mensaje de revolución, un mensaje que ya me había traído muchas criticas incluso amenazas, pero yo sabía que la voz de la rebelión no la podrían callar. - tres, dos, uno .... - hizo un gesto con la mano conforme estábamos en directo.

- Esta noche tenemos con nosotros a uno de los políticos más odiados del planeta, el cual está harto de vivir en el anonimato y desea revelar cual es su filosofía. Es la primera vez que se enfrenta a una televisión, así como a una entrevista. Dígame, qué le trae por primera vez a una televisión, y cuáles son sus reivindicaciones.

- Creo que la democracia es lo más revolucionario del mundo, mucho más revolucionario que las ideas socialistas o que las ideas de cualquiera. Si tienes poder lo usas para satisfacer tus necesidades y las de tu comunidad. Esta ha sido siempre la idea capitalista de tener elección, debes tener elección, y eso depende de la libertad de poder elegir, si estas agobiado por las deudas no tienes libertad para elegir.

- Parece ser que el sistema se beneficia si el trabajador medio está agobiado por las deudas.

- Sí. Las personas endeudadas se desespera y la gente desesperada no vota. Siempre dice que debería votar todo el mundo pero creo que si un pobre de Gran Bretaña o Estados Unidos se animara y votase a alguien que representara sus intereses habría una autentica revolución democrática. Por tanto no quieren que eso ocurra y mantienen a la gente desesperada y pesimista, para controlar a la gente hay que hacer dos cosas, primero asustarla y luego desmoralizarla. Una nación educada, saludable y confiada es más difícil de gobernar y esa idea está en el pensamiento de algunos de nuestros políticos actuales. No queremos gente educada, saludable y confiada porque no podríamos tenerla bajo control. El uno por ciento más rico de la población mundial es dueña del ochenta por ciento de la riqueza. Es increíble que la gente lo tolere, pero ... son pobres. Están desmoralizados y tienen miedo, por lo que piensan que es mejor estar callados y obedecer y esperar a que la suerte les acompañe ....

Entonces sucedió. En mitad de un discurso que hubiera devuelto el equilibrio al mundo, una bala impactaba contra mi pecho, provocándome la muerte instantánea. Muerto en persona, y muerto en espíritu. Una vez más la verdad está gritando en el silencio. Una vez más callaban la verdad con un arma mucho menos poderosa: la violencia.

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