sábado, 1 de mayo de 2010

Una vida.

Se sentaban en el parque mientras tiraban migas a las palomas.

Levaban una vida juntos. Y deseaban seguir en la otra igual. Durante aquellas tardes nunca hablaban. No les hacía falta.

Se miraban a los ojos y, a traves de ellos, podían rememorar los días pasados, las risas, los enfados, los disgustos ...

Pero sobre todo, al mirarse, se veían reflejados. Aquellos ojos no eran una ventana hacia el pasado, eran un espejo hacia su interior más profundo.

1 comentarios:

Totti dijo...

asi se comienza un blog !!!!
seguro ke nos da muchas alegrias eh ?? :D
jajajaja

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